martes, 31 de enero de 2017

Desarrollando la Personalidad, Etapa I

Desarrollando la confianza de nuestros bebes

Desde su nacimiento hasta los 18 meses de edad.




La personalidad de un bebé se va desarrollando desde el vientre materno por medio de la herencia y otra parte se va desarrollando por la influencia que recibe a través de sus primeras experiencias. Es la Herencia y el Ambiente los que influyen en la personalidad de cada individuo.

Los infantes necesitan del cuidado y de la manutención por periodos más largos. Los bebés dependen de otros seres humanos en cuanto a su protección y su alimentación. Esta protección le ayuda a preservar su propia vida y es desde allí que comienza a confiar en las personas que le rodea y puedan ellas satisfacer sus necesidades.


Según Erik H. Erickson, existen las primeras 8 crisis o etapas que son esenciales para el desarrollo de la personalidad. Entre una de ellas se encuentra la Confianza Básica frente a la Desconfianza Básica, siendo así la primera alternativa vital del desarrollo psicosocial del infante que abarca desde su nacimiento y continua hasta cerca de los 18 meses. En esta etapa desarrollan que tan confiables son las personas que se encuentra en su alrededor.


Los niños necesitan un equilibrio entre la confianza y la desconfianza que le permita formar relaciones íntimas y que les permita protegerse.

Si predomina la confianza en los infantes, podrán ser niños que desarrollarán la virtud de la esperanza, la creencia de que ellos pueden satisfacer sus necesidades y alcanzar sus deseos. Pero si predomina la desconfianza, los niños verán al mundo como algo hostil e impredecible y que generaría problemas para relacionarse con los demás.

Esta Primera Etapa es muy importante en la vida en desarrollo del ser humano, tanto así que influirá hasta su vida adulta.

Tips para desarrollar la personalidad de nuestros hijos en esta etapa y fortalecer la confianza.   

  1. El cuidado sensible, atento y continuo de las personas que le cuidan y le alimentan
  2.  En la alimentación se forman las relaciones íntimas con el bebé y el cuidador
  3. Estar atentos a los cambios de la conducta, los bebés suelen anticiparse a lo que sucede y  pueden sentirse decepcionados, su manera de manifestarlo es poniéndose furiosos o           actuando con cautela.
  4. Responder las sonrisas, los arrullos y risas de manera recíproca ayudan en el despertar social.
  5. Los bebés se relacionan más con las personas que le cuidan
  6. La unidad familiar le permite al bebé explorar su ambiente de manera segura y demuestran su propia valía.
  7. Los bebés se comunican por medio del llanto y cada llanto tiene su mensaje, ya sea por hambre, por necesidad de aseo, por sueño, por dolor o por protección. No lo dejes llorar, pero tampoco corras al cargarlo inmediatamente al llanto. Lo puedes relajar por medio de masajes, caricias desde la cuna o con solo hablarles sin imitar un lenguaje mimado.
  8. No le grites, recuerda que está desarrollando su personalidad y tú eres la persona que le cuidad y necesita que tú le brindes protección. Los gritos no solucionan y en cambio empeora, porque se sienten más inseguros a tu lado.
  9. Muéstrale siempre amor, rodéalo con tus brazos, que se sienta amado y protegido a tu lado.
  10. Cántale, léele muchos cuentos con frecuencia.


De seguro que, desarrollando la personalidad de nuestros hijos de manera positiva, serán adolescentes, adultos y adultos mayores con mejor calidad de vida.

Durante las próximas semanas seguiremos hablando del desarrollo de la personalidad en otra Etapa.

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Esperamos que este segmento sea de mucha ayuda para nuestras futuras madres, a las madres que tiene bebés en esta etapa y de igual manera a los que formamos la base segura de los bebés: padres, tíos, niñeras, abuelas, hermanos y todos aquellos que nos encontramos en su entorno.

Saludos,
Carlos A. De León
Psicólogo

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